Haomo.AI, la unidad de conducción autónoma de la Gran Muralla, cierra en medio de salarios impagos e incertidumbre

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Haomo.AI, la startup de tecnología de conducción autónoma respaldada por el fabricante de automóviles chino Great Wall Motor (GWM), ha cesado abruptamente sus operaciones, dejando a cientos de empleados en el limbo, con salarios impagos y futuros inciertos. El 24 de noviembre, el personal recibió un aviso verbal de RR.HH. para que dejaran de presentarse a trabajar, sin más explicaciones ni anuncios formales por parte de la empresa.

Parada repentina de operaciones

Informes de múltiples fuentes, incluida Sina News, indican que el cierre fue rápido y poco comunicativo. Los empleados en Beijing y Shanghai encontraron oficinas desiertas, equipos apagados y ningún personal presente. Muchos informaron de meses de retrasos en los salarios, fondos de la empresa congelados y una falta total de respuesta por parte de la dirección. Esta abrupta interrupción genera serias preocupaciones sobre la estabilidad financiera y la viabilidad operativa de la empresa.

De una startup prometedora al colapso

Fundada en 2019 como una escisión de la división interna de conducción autónoma de GWM, Haomo.AI rápidamente ganó fuerza con su sistema de asistencia al conductor HPilot, supuestamente implementado en más de 20 vehículos de GWM. La empresa alguna vez contó con una valoración de más de mil millones de dólares y gozó de una fuerte confianza de los inversores. Sin embargo, en los últimos meses se produjeron una escalada de problemas financieros, despidos y rotación de ejecutivos. Según fuentes internas, Haomo.AI tuvo dificultades para escalar la producción y asegurar pedidos comerciales estables a pesar de la tecnología prometedora.

Las implicaciones más amplias para Great Wall Motor

El colapso de Haomo.AI plantea un importante desafío estratégico para Great Wall Motor. El fabricante de automóviles ahora enfrenta una brecha inmediata en sus capacidades de conducción autónoma, lo que podría afectar el desarrollo futuro de vehículos. GWM necesitará reevaluar cómo obtiene tecnologías de asistencia al conductor y conducción autónoma, ya sea a través de asociaciones, adquisiciones o inversiones internas renovadas.

El fracaso de Haomo.AI subraya la naturaleza de alto riesgo y alta recompensa de la industria de vehículos autónomos, donde incluso las nuevas empresas bien financiadas pueden fracasar sin una comercialización sostenible.

La situación deja a cientos de empleados enfrentando salarios impagos, beneficios de seguro social inciertos y perturbaciones en sus carreras. Hasta el momento, ni Haomo.AI ni Great Wall Motor han emitido una declaración oficial aclarando la naturaleza del cierre. Las consecuencias a largo plazo tanto para la empresa como para GWM siguen sin estar claras.